La memoria histórica mal entendida

11 Mar 2008 por Daniel García Peris

Los últimos días en el pueblo catalán de Gelida se ha abierto un debate en la calle muy interesante sobre la memoria histórica, la conservación del patrimonio y la participación ciudadana. Y todo por una simple farola.

Ésta es la relación de los hechos sobre el «Fanal» (farola en catalán) que me llegó por correo electrónico (traducido del catalán):

La farola modernista que hay sobre la fuente del patio de la escuela Montcau de Gelida, fue colocada en este lugar pocos meses después de la inauguración del centro ahora hace más de 30 años.

Previamente, esta farola había formado parte de la ornamentación de la plaza de la iglesia. A principios de los 70 con la remodelación de la plaza se sacó la farola y se dejó arrinconada al lado del matadero. Con motivo de la inauguración de la escuela, en 1976, se recuperó la farola y se situó en el patio.

Durante estos 30 años, la farola se ha convertido en un rasgo característico de nuestra escuela, el signo de identidad más destacable que nos da la bienvenida al llegar al Colegio Montcau. Se ha utilizado como imagen del centro en diversas ocasiones: en la revista, en el logotipo del AMPA que aparecía en el reglamento de régimen interno, en la placa conmemorativa de los 25 años,…

El alcalde ha comunicado por escrito a la dirección del centro que en los próximos días se retirará la farola para restaurarla y ponerla en la plaza de la iglesia.

Yo tuve la primera noticia mientras participaba en una de las tertulias del sábado en Ràdio Gelida. En un principio me pareció una buena idea y así lo comenté por antena. Yo soy de la opinión que hay que promocionar el patrimonio cultural del pueblo con el fin de conservarlo y al mismo tiempo ser la base del turismo como motor económico del municipio. Ahora bien, aunque me he ido poniendo al día de la historia local, soy un recién llegado por matrimonio a Gelida, y por lo tanto tengo algunas lagunas históricas. Ahora ya creo que estoy totalmente al corriente de esta cuestión y puedo analizar los pros y los contras de la decisión.

A favor del traslado

La farola estuvo originariamente en el centro de la plaza de la iglesia desde los años 30 a los 70 del siglo pasado. Está vinculada a los recuerdos de los mayores del pueblo.
La plaza de la iglesia se está reformando actualmente, al igual que todo el centro histórico con el fin de hacerlo peatonal, y eso da facilidades para hacer el traslado en este momento.

En contra del traslado

Fue el mismo Ayuntamiento el que rechazó la farola, al reformar la Plaza de la Iglesia, enviándola prácticamente para el desguace.
La reacción ciudadana fue rescatarla de la degradación que sufría y colocarla en el Colegio Montcau. Espacio donde ha estado desde la inauguración del centro el año 1976.
Han pasado gobiernos municipales de todos los colores políticos en estos 30 años y nunca se han preocupado por la farola. Todo el mantenimiento ha salido del ajustado presupuesto de la escuela y la dedicación de su Asociación de Madres y Padres de Alumnos.
En estos 30 años de democracia no ha habido ningún movimiento ciudadano por el retorno de la farola a su ubicación anterior, sino todo al contrario. La escuela la ha asumido como un símbolo propio. Además es un rasgo diferencial que enriquece la arquitectura muy funcional del edificio.
El proyecto de reforma del centro histórico fue concebido con el objetivo principal de la dinamización del comercio local teniendo como base la peatonalización. Pasó un proceso de participación ciudadana que incluía la exposición pública y la aprobación por el consejo municipal. Después del cambio de alcaldía en las pasadas elecciones municipales la calle mayor se ha convertido en semipeatonal y en la plaza de la iglesia se ha permitido el paso libre de vehículos. Todo por decreto de alcaldía. Además se ha cambiado el modelo de plaza diáfana que quería ser un punto de encuentro de actividades ciudadanas y comerciales como mercados temáticos, ferias, etc. para restituir la fisonomía que tuvo hace 40 años pero con materiales modernos.
Además de ignorar los acuerdos de la ciudadanía, haciéndola pasar de partícipe a espectadora de lo que se hace con sus impuestos, se ha despreciado la opinión de la escuela Montcau, entidad que ha velado por la conservación de la farola hasta hacerlo un símbolo para todo el mundo que está vinculado: estudiantes, profesores, padres y ex-alumnos.
El cambio de la farola a la plaza de la iglesia no responde a ningún plan integral turístico o de conservación del patrimonio del municipio, por lo tanto si se quiere hacer una actuación puntual de restauración de la farola no hace falta trasladarla. Además la escuela Montcau también es parte del pueblo de Gelida.

A mí el punto que más me ha hecho pensar es que no se ha hablado con nadie para hacer este cambio. Incluso se ve que la directora de la escuela se ha enterado por la notificación del Alcalde que ya se había comprado una farola nueva y que vendrán a llevarse la farola modernista los próximos días. Soy de la opinión que todo se puede discutir y debatir, hasta la idea más dispersa, y también que de la inteligencia colectiva desde todos los ámbitos podemos sacar mucho provecho. Pero el hecho de cambiar sin más y enterarte por el boca-boca o porque pasas por al lado y ves cosas raras parece como si hubiéramos vuelto de golpe al siglo XIX y no hubiéramos aprendido nada en 30 años de democracia: «¡Todo para el pueblo pero sin el pueblo!» decían antes.

Sólo por el hecho de luchar contra el elitocracia y partitocracia que invade las instituciones e ignora a los ciudadanos vale la pena adherirse. Así pues he firmado en la campaña de recogida de firmas para que no se lleven la farola del Montcau. Por cierto que en el ingenioso blog que han abierto en fanalmontcau.blogspot.com han utilizado las fotos que tengo en flickr sin consultármelo. No me lo tomo a mal pues es sin duda por una buena causa.

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