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Esta frase tan lógica es la conclusión que saqué después de visitar ayer la feria de inventores que cada año hacen en Vilanova i la Geltrú. Éste era el primer año que tiene como sede el edificio Neàpolis, una ubicación más que indicada, y además le cambian el nombre de Galàctica a Attic. Siempre había querido ir y ahora que tenía la oportunidad no la desperdicié. Quizás ésta ansia me había hecho idealizarla y crear unas expectativas que no se cumplieron, ni mucho menos, pues claramente me decepcionó.

Ser inventor, o emprendedor en general, tiene una fuerte carga de ilusión e idealismo buscando que tu prototipo cambie el mundo, mejore la sociedad, las personas, etc. En uno de los espacios de la feria había inventos que habían conseguido ser comercializados. Son los típicos que llenan las secciones de tendencias o pistas de los suplementos dominicales. Paraigües mans lliuresPero el principal reclamo tenía que ser la exposición de nuevas ideas e inventos. La mayoría de ellos, calculo una treintena, estaban concentrados en una sala con los habituales expositores de 2×2 metros, aunque creo que será muy difícil que lleguen a los consumidores. Tal como dijo una responsable de la Oficina de Patentes del Ministerio de Industria, en una presentación que hacía del registro estatal en el auditorio, la gran mayoría de lo que había visto en la feria eran modelos de utilidad. Una categoría inferior de propiedad industrial, que por lo que escuche de los comentarios del público, te asegura ir a juicio si tu invento es bueno pues la administración no hace ningún examen previo. Se dedica a cobrar la tasa y punto.

Las patentes son una cosa más seria, tal como me recordó a mi padre al haber patentado, ahora hace 50 años, los primeros modelos de muebles-nevera de hielo para la casa, sin electricidad. La patente tiene 20 años de vigencia y este invento ya quedó desfasado en la mitad de tiempo. Instruccions Wii FitAhora  la velocidad de renovación es casi de años luz, sobre todo si la fabricación personal se acaba comercializando. Me sorprendió oír que no se pueden patentar las normas de juego. No sé que pensará el inventor que presentaba su juego de ajedrez para hasta 6 jugadores y que fue el que más me gustó. Bien, el tablero si que lo podía patentar por eso lo respeté y no le hice ninguna fotografía aunque muchos de los presentes tenían una web con la información de sus proyectos. A mi entender en esta feria van a parar los inventores que buscan la última oportunidad de encontrar a un inversor, pues no quiero pensar que el ingenio en nuestro país pasa sólo por líquidos para hacer tierras anti-deslizantes o lavar persianas, aparejadores de calcetines para la lavadora y topes sonoros y luminosos para aparcar en el garaje. La promoción al más alto nivel, que se hace cada año, sirve más para hacer ver que se da apoyo a los inventores cuando más bien es al contrario.

Supongo que para inspirar a los inventores participantes había inventos que han funcionado bien, cómo es la consola Wii y el nuevo producto de Nintendo Wii Fit. Mi padre, a los 86 años, se ocupó de testear la versatilidad para todas las edades, aunque fuera para un chequeo de aptitudes físicas. Yo también quise experimentar por primera vez, en este caso el Segway con Barcelona Segway Fun una empresa que hace visitas guiadas en Barcelona. Hace tiempo que seguía este vehículo y tenía ganas de probarlo. Como pensaba, habiendo visto los vídeos por internet, lo encontré intuitivo, cómodo y también seguro. Divertido también, pues la vertiente lúdica es con la que más se ha promocionado. Encuentro que aquí no hemos aprovechado todavía todo el potencial que aporta. Aquella frase "¡Que inventen ellos!" ya hace tiempo que la recogieron japoneses y estadounidenses.

Segway Vilanova

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