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Detalle de la colocación de la farola en la aceraCada vez tenemos en nuestra vida ciudadana más normativas, ordenanzas, obligaciones y deberes, tanto para la Administración como para los administrados, pero a pesar de ello nos encontramos situaciones en las cuales el sentido común debería ser la prioridad, como es el momento de la colocación del mobiliario urbano, y no se utiliza.

Todos nos hemos encontrado con situaciones inverosímiles donde no se mira por las personas. Yo me he encontrado últimamente en Gelida con dos de estas. Están cambiando el alumbrado y, como se ve en la fotografía, en esta calle sustituyen una farola antigua por una nueva situándose no en el pequeño jardín donde estaba antes sino ahora en la estrecha acera de una calle complicada para los coches con una curva difícil y en pendiente. Peligroso para personas invidentes, peatones con carritos de la compra, cochecitos con niños pequeños, etc. También hay que comentar la mala elección de una farola típica de polígono industrial en un tramo urbano del casco antiguo del pueblo. Colocación de la farola en la acera

A continuación un caso más flagrante aún. Se sitúa todo un contenedor delante de la cartelera de información municipal. De ahí podríamos sacar muchas conclusiones del interés que le otorgan a este medio, cuando no sólo se dificulta la lectura sino también tener actualizada por los mismos operarios del Ayuntamiento.

Informació molt accessible

Sólo hace falta tener sentido común para hacer el trabajo bien hecho, y esto quiere decir que el responsable aplique la empatía y se ponga en el lugar del ciudadano al que está sirviéndo –él mismo!– en el momento de trabajar.

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