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El Hospital de Barcelona lo construyeron por las Olimpiadas para ser un hotel de lujo. Con la estructura ya empezada fue comprado por SCIAS para acabar convirtiéndose en un hospital de la mutua Asistencia Sanitaria Colegial. Parece ser que atesora muchos galardones y certificados de calidad que les hace decir a los responsables que es uno de los mejores hospitales de España. Para mí, por el caso que explicaré ahora, no ha pasado de ser para lo que inicialmente fue proyectado: un hotel.

Hace unos dos meses, una señora barcelonesa de 78 años se cayó en su casa y se hizo una importante herida en la pierna. Tuvo suerte, pues por su edad y el resto de enfermedades crónicas que sufría, asma, varices, artrosis, corazón cansado, múltiples alergias, etc. no se rompió ningún hueso. Aún así siempre había tenido las piernas delicadas y las heridas le costaban mucho en curarse. Ésta no sería una excepción. Además últimamente le salía un líquido de la piel de las piernas por el cual su médico vascular, el Doctor Carles Miquel Abbad que visita en la clínica CIMA de Barcelona, ya no sabía que hacerle más que tuviera las piernas en alto. La herida no mejoraba y se había infectado. Después de una visita al domicilio, la doctora de cabecera decidió que la ingresaran en el Hospital de Barcelona para tratarle a conciencia allí pero siempre bajo la responsabilidad del Dr. Miquel.

El ingreso fue la tarde del pasado martes 6 de mayo. Le pusieron las piernas en alto sí, pero para que no sufriera por el dolor de la posición el Dr. Miquel decidió que le administraran morfina. Era la primera vez que le daban y a pesar del cuadro clínico complicado no le monitorizaron las constantes vitales. La morfina le quitaba el dolor pero también le relajaba el cuerpo en general, mente y corazón. La mañana del viernes 9 de mayo no se despertó. El Dr. Miquel no sabía que decir y el director del hospital pidió hacer una autopsia judicial para cuidarse en salud de esta muerte inesperada. La familia reclamó a la dirección la falta de control general de su madre y sólo haberle tratado de la pierna. Una prueba de la mala organización de la planta fue que media hora después de certificar su muerte entró una enfermera a tomarle la presión…

La perspectiva de hacer esta autopsia el siguiente día laborable, el martes, hizo decidir a la familia pedir que no se hiciera con el fin de poder enterrar a su madre lo más pronto posible. Para hacerlo tuvieron que firmar un escrito que descargaba de responsabilidades al Hospital de Barcelona y que incluso aseguraba que se sentían "satisfechos" con el trabajo del centro. Para cubrirse las espaldas el director llegó a decir que la paciente entró en el hospital en estado terminal… Totalmente falso pues lo primero que tendrían que haber hecho es monitorizar todas las constantes vitales si éste hubiera sido el caso.

Esta historia tendría que servirnos para concluir que la diferencia entre sanidad pública o privada, buenos o malos hospitales, sellos de calidad, instalaciones, etc. todo es relativo. Lo importante es la atención al paciente. Por lo tanto el Hospital de Barcelona, a la vista de lo sucedido, lo tenemos que catalogar en su justa medida y su gestión no se corresponde con su fama.

Puedo comentar este caso por haberlo vivido directamente pues fue mi madre la que murió el viernes pasado, coincidiendo con estas inusuales lluvias como si una pesadilla se hubiera iniciado. He querido aprovechar la posibilidad que me da el blog para compartir esta historia y que pueda ser de utilidad para cualquiera que tenga que ir al Hospital de Barcelona. Es lo único que puedo hacer ahora pues desgraciadamente nada me devolverá a mi madre.

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